LA METAEVALUACION EDUCATIVA

La metaevaluación. como práctica de evaluar la evaluación (Scriven, 1974; Stufflebeam, 1974, 1978; Cook and Grunder. 1978), asume que los procesos correctos de evaluación requieren de contrastar sesgos,errores técnicos, costos excesivos y utilización de resultados, entre otros.
 
La definición de metaevaluación, a la luz del proceso educativo, debe ser coherente con la de evaluación, ya que se trata de un caso particular de la misma. Si la evaluación es un juicio de valor sobre algo, es decir, la determinación de su valor y mérito, la metaevaluación es un juicio de valor sobre la evaluación.
 
Stufflebeam (1981) la define como el proceso de diseñar, obtener y utilizar información descriptiva y de enjuiciamiento acerca de la utilidad, del valor práctico y de la adecuación ética y técnica de una evaluación, para guiarla y hacer público el informe de sus puntos débiles y fuertes.
 
 

 
 
El Join Committee on Slandars for Educaíional Evaluation (1981: 166) define la metaevaluación como "la evaluación de la evaluación", pero también habla del examen o auditoría de una evaluación como "examen y verificación independientes de la calidad de un plan de evaluación, de la suficiencia con que fue puesto en práctica, de la precisión de los resultados y de la validez de sus conclusiones" lo que
supone una descripción más detallada de las implicaciones de la evaluación.
Stuüflebcam (1987) da a la metaevaluación un carácter profesional, lo cual implica enjuiciar el valor y el mérito de lo que representa y hace la profesión del evaluador; servicios de evaluación, utilización de las evaluaciones, investigación evaluativa y desarrollo organizativo. 
 
Stufflebeam (1974, 1981) distingue dos roles en el metaevaluador: el formativo, que guía la evaluación, examina su proceso y ayuda a los evaluadores a tomar decisiones acerca de la planificación, desarrollo e interpretación de los resultados, y el rol sumativo, que atestigua la fortaleza o debilidad de una evaluación, y realiza un examen dirigido a concluir con un informe sobre su mérito.
 En el papel formativo, el metaevaluador actúa como un consultor; en el sumativo, es un agente externo que comprueba la calidad del proceso y del producto obtenido, con referencia a determinados criterios y normas. 
 
¿Pero cómo evaluar la evaluación ?
 
No existe un consenso sobre  un conjunto determinado de principios que definan la calidad de una evaluación, sin embargo la tarea de especificar criterios y defender esa especificación no es fácil.Los criterios no son evidentes y su selección implica siempre algún sistema de valores.

 
Básicamente existen tres criterios principales de calidad: 
 
1. Rigor: métodos precisos, correctamente aplicados. 
2. Valor: mérito, utilidad e importancia de los resultados de la evaluación. 
3. Eficiencia: efectividad del diseño y proceso de evaluación (Schwandt y Halpem, 1988).
 
Necesidad de establecer elementos normativos de evaluación 
 
Una de las características de la práctica profesional es el respeto de normas referentes al servicio que garantizan. Sanders y Nafzinger (1974), dan tres razones para justificar la necesidad de establecer normas de evaluación; 
 
1. El hábito en evaluación es  un proceso que ha aumentado considerablemente, siendo difícil de abarcar en forma individual. 
 
2. Se ha incrementado notablemente la evaluación en el ámbito educacional; en consecuencia, se hace necesario transmitir sugerencias y advertencias para la práctica de la evaluación educativa.  
 
3. Ha habido un aumento del control sobre el modo de evaluar las prácticas evaluativas.
 
La evaluación de los programas puede influir en las decisiones y pensamientos de quienes se encuentran en situaciones de responsabilidad; la confianza en la evaluación frecuentemente la tienen audiencias que no pueden evaluar sus méritos; de lo anterior se desprende la necesidad de un estamento con autoridad sobre lo que constituye una buena práctica evaluativa, para que demandantes y evaluadores puedan tener un punto referencial común. 
 
Se deben considerar cuatro dimensiones básicas de análisis en cualquier proceso evaluativo o metaevaluativo:
 
 a) Utilidad: comprende las normas de evaluación necesarias para que ésta sea informativa, realista y transmisible. Requiere que los evaluadores se familiaricen con sus audiencias, se percaten de las necesidades de información de éstas, elaboren evaluaciones que respondan a tales necesidades y remitan de forma clara la información adecuada cuando sea necesaria. Todo esto debe basarse en normas de utilidad, las cuales se ocupan de determinar si una evaluación satisface las necesidades prácticas de información de los implicados en un programa. La utilidad se relaciona con el servicio que presta tma de terminada evaluación a una determinada audiencia.
b) Viabilidad: incluye las normas donde se reconoce que un proyecto de evaluación educativo debe ser realizable. Una preocupación es que el diseño de la evaluación sea operativo en el ambiente real en el que se ha de aplicar, y otra es que la evaluación sólo consuma el material y tiempos necesarios para el lo gro de sus propósitos. En suma, la viabilidad requiere que las evaluaciones sean realistas, prudentes y económicas.
c) Legitimidad o corrección: establece cómo las evaluaciones educativas afectan al ser humano en formas distintas. Pretende que se protejan los derechos de las personas afectadas por una evaluación.
 
d) Precisión o exactitud: incluye aquellos elementos que determinan si una evaluación ha producido la información técnicamente adecuada y que sus conclusiones se ajusten de forma lógica a los datos obtenidos. Trata de asegurar que una evaluación revele y proporcione la información adecuada acerca de las características del objeto en estudio, así como determinar su mérito o valor. 


Conclusión
 
La pretensión de establecer los criterios que debe cumplir una evaluación o metaevaluación, permite que los investigadores educativos asignen diversas cualidades a la actividad evaluativa: que el juicio de valor sea claro y riguroso, que permita llegar a conclusiones fundamentadas, que incluya una recolección sistemática de información y que se realice con rigor científico, entre otros requisitos. Pero aun incluyendo estos aspectos esas cualidades son insuficientes para resolver el problema de cómo definir la calidad de una metaevaluación. Más allá de la satisfacción de uno o de varios criterios de los considerados por los expertos como ejemplos de buena práctica evaluadora, debe haber alguna característica más general que relacione todos ellos y que sea la esencia de la calidad evaluativa Esta calidad tiene que verse en el referente de la calidad de la educación, porque la evaluación es el motor de aquélla. Sólo puede ser de calidad una evaluación cuando mejora la calidad educativa. Eficacia eficiencia y funcionalidad, son las dimensiones fundamentales donde radica la construcción de la calidad de una metaevaluación expresión de un sistema de coherencias múltiples entre los componentes del proceso de la metaevaluación.

BIBLIOGRAFIA:
 
Rosales E, G. (1995). " La Metaevaluación Educativa" Ciencia ERGO SUM Vol.3 Numero Uno, Paginas 25-28.

Brínkerhoff, R. (1985).Program evaluation; a practicioners guide for trainers and educators. Boston.
 
Cook,T. y Campbell, D.(1979). Quasi-experímentation. Design and analysis issues for field settings. Chicago.
 
De la Orden, A. (1981). "Evaluación del aprendizaje y calidad de la educación", en La calidad de la educación. CSIC. Madrid.




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